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LUIS DI FILIPPO (+12.07.97)
Miembro de Número José Luis Víttori
En la ruta de la concordiaEstaba terminando de leer en ese momento Filosofículas, cuando Norma Segades Maniás me comunicó la muerte de don Luis. ¿Cómo imaginar, un rato antes, que leía la última publicación del pensador, del ensayista, del amigo, con quien de algún modo nos habíamos acompañado por espacio de cuarenta años? Con la muerte de don Luis toda esa larga historia en común cambiaba de estado: ya no sería realidad sin recuerdo entrañable de alguien a quien se ha querido como persona y valorado intelectualmente, aún a la distancia impuesta por la vida o por el respeto hacia el hombre que se había recluido en su biblioteca para concentrarse a escribir las notas finales de sus memorias, sin cesar en el trabajo y sin una pausa de distracción en su envidiable lucidez de maestro. Muchos encuentros hubo en nuestro común accionar. La ASDE fue uno de esos lugares en que coincidimos desde sus momentos iniciales, allá por 1955, como animadores de una empresa que siempre lo encontró activo y en disposición de donarle su tiempo y sus ideas. Aquellos fueron días animosos y esperanzados; como el ceramista, creíamos estar modelando en la arcilla estéril una forma enérgica, expansiva y consistente; una institución ejemplar por su fondo de nutridas ideas, iniciativas e intenciones. Con Emilio Lamothe, Gastón Gori, Segundo Ramiro Briggiler, Rafael Virasoro, Eduardo Raúl Storni y algunos más, los neófitos de la Generación del 55 tuvimos nuestros referentes en todos ellos, pero fue Di Filippo quien sostuvo con más originalidad y fuerza el ideal del federalismo: él pensaba a la ASDE como eslabón de una larga cadena de instituciones locales o provinciales de escritores, reunidas con identidad propia en una federación nacional. "Federalismo y libertad" se llama uno de sus libros más certeros. El solo título ya es todo un programa de cultura política, en el mejor sentido del término. A ese ideal lo sostuvimos en las encendidas asambleas de la Comisión de Recuperación Cultural de Santa Fe, movimiento abierto y democrático a cuyo impulso nacieron o renacieron asociaciones como la nuestra, de músicos, teatros independientes o pintores, luego nucleadas en la Federación Popular de Cultura o Federación de Entidades Culturales que, dicho con irónicas palabras de don Luis, "murió de exuberancia". Este honorable profesor de literatura, implacable perseguidor de errores en el hablar, escribir y publicar; figura convocante de mesas de café, fundador de revistas -"Punto y Aparte", "Gaceta Literaria"- , Quijote animador de iniciativas intelectuales, generoso mentor de jóvenes aspirantes a escritores; conversador ameno, ocurrente y discreto, periodista libertario de argumentación sagaz y, en lo fundamental, ensayista de fluido estilo y sólido humanismo, se despidió de Santa Fe -su ciudad adoptiva- dejándole en herencia una obra en unidad de tema y pensamiento, libros de interés permanente para la reflexión sobre cuestiones esenciales del humano vivir y padecer, con una clara actitud y un saludable mensaje de tolerancia. "En la ruta de la concordia" podría ser el emblema de un hombre que siempre convocó, motivó y unió a los demás. "La agonía de la razón" -sentencia que condena a nuestra época contradictoria y discursiva- ."El mito de la violencia" -llamado de atención sobre la creciente agresividad de un mundo insatisfecho y dividido-. "La política y su máscara" -severo enfoque del sainete muy argentino de los disfrazados- . "Discordia" -preocupada advertencia sobre las actitudes divergentes- . "El fetichismo del poder" -apremiante admonición al entorno ambicioso y casuístico-. Su legado es fecundo y sincero. Nunca forzó la mano a sus sentimientos y creencias. Tampoco escribió para lucrar con las ideologías. Fue un pensador recto y austero, un hombre afable, un hacedor, una presencia optimista y chispeante. Tenía sentido del humor. Era generoso, era ocurrente, era agradable. ¿Qué más podemos pedirle a la memoria de quien, con palabras de Joseph Conrad, sentimos "digno para siempre de todo nuestro respeto"?. (115) (115) Publicado en "Gaceta Literaria" de Santa Fe. Nº97, 21.09.1997. |