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MEMORANDO
José Luis Víttori (*)
Quince años (1983-1998)Poco después de fundarse el Centro de Estudios Hispanoamericanos el 1º de Abril de 1982 a iniciativa del Dr. Agustín Zapata Gollán y siendo éste su primer presidente, apareció el número inicial de la revista AMÉRICA.
En su Presentación, se lee: "En el futuro de la labor investigativa esperamos que este Centro se enriquezca con contribuciones de mayor alienti con arreglo a los propósitos de su fundación y que (la revista(1)) alcance una difusión periódica con los trabajos que se produzcan, en el afán de impulsar el conocimiento y divulgación de estudios de todas las expresiones del acontecer histórico español de cinco siglos sobre el suelo americano...".
El primer ejemplar fue impreso en los tallerees de la U.N.L., el 27 de mayo de 1983. Desde entonces el CEH ha logrado editar catorce números de AMÉRICA -incluso el que hoy se entrega- en un lapso de 15 años, insertando en sus páginas parte de los trabajos de investigación producidos por los miembros e invitados especiales, la memoria de las actividades académicas, notas bibliográficas, documentos inéditos de los archivos y abundante material misceláneo sobre temas etnográficos, todo lo cual configura un corpus de actividad considerable que explica la razón de la entidad en el panorama cultural de Santa Fe.
No sin dificultades de orden económico, la edición de la revista es un esfuerzo que se justifica a sí mismo, ya que permite al CEH no sólo testimoniar su interés específico en la temática colonial e indígena, sino también comunicar inquietudes y resultados a instituciones afines del país y del Continente. Se ha perseverado así en el magisterio del Dr. Agustín Zapata Gollán, prosiguiendo la tarea de difusión iniciada por él en las páginas del Boletín que, durante los años laboriosos de las excavaciones a cielo abierto en Cayastá, iban configurando un apreciable caudal de conocimientos sobre las fundaciones españolas del siglo XVI en el Río de la Plata, transmitido en artículos cuyo interés, lejos de atenuarse, se accrecienta con el tiempo. Al hecho inicial de la fundación de Santa Fe por Garay y los "mancebos de la tierra" a orillas de los Quiloazas, abandonada y soterrada durante 300 años luego del traslado al emplazamiento actual, vinieron a sumarse los aportes del Dr. Zapata Gollán en sus campañas de arqueología histórica cuando puso todo su empeño en la exhumación de las ruinas, tanto más cuando, en alardes de intuición etnográfica, supo transmitir en lo vivo a sus contemporáneos el modo de existir de aquella gente, sus costumbres, trabajos, juegos, supersticiones, corajes, alegrías y sufrimientos, "acuñando el símbolo" de Santa Fe la Vieja como si narrara un sueño. de allí la importancia contemporánea del hallazgo y de la misión cumplida con ondas raíces en el pasado, la transformación de la tierra baldía en la elocuencia de los cimientos, de los restos, de los testimonios férreos y cerámicos devueltos por miles al patrimonio museográfico de Santa Fe; todo lo cual confluye y se afirma en la identificación poética del hombre con la historia del lugar; la memoria que la revista AMÉRICAse ha propuesto instruir, enriqueciendo si cabe, una herencia ejemplar con renovados aportes a tan singulares desvelos. Notas:(*)José Luis Víttori. Presidente del Centro de Estudios Hispanoamericanos. (1)En el original de la presentación se escribió, por error, "el Boletín", donde debe leerse "la Revista". |