CÓMO DON JUAN DERROTÓ AL EJÉRCITO DE DON SIMÓN (*)
II

Don Simón ya no tenía vida (1) con don Juan. Estaba cansao de perseguirlo pa castigarlo y de ver que siempre se l'escapaba haciéndole una de las suyas; hasta que un día resolvió formar un ejército del que no pudiera escapar y salió pa el campo a rejuntar la tropa (2).

Primero fué a verlo al gallo y le dijo:

-Mirá: el mayor enemigo tuyo es el zorro. Ya t' está dejando sin mujeres y sin hijos y en cuantito te descuidés, vos mismo, vas a dejar el plumerío (3). Vengo a convidarte pa que t' enganchés (4) en el ejército que voy a formar p'hacerle la guerra. Hay que castigar de una vez a ese bandido.

- No habrá en el mundo una guerra más justa, contestó el gallo ¿pero yo que pitos voy a tocar? (5) ¿Que puedo hacer yo frente al zorro?.

- ¡Ah! le contestó don Simón. Vos me vas a prestar un servicio muy grande. No necesitan peliar. Basta con que toqués el clarín y marchés a mi lao. Ya ves que el trabajo es liviano y que a mi sombra (6) no corrés peligro.

El gallo acetó (7) y como era la siesta ahí no más empezó a tocar su clarín anunciando la guerra. (8)

Y el tigre fué, bicho por bicho, diciendo perrerías (9) de su sobrino y reclutando la gente.

Cuando tuvo formada la tropa, le pasó revista. No faltaba ni uno. El zorro que había oservao (10) el movimiento se hacía el pancho (11) pero dormía con un ojo (12)

Al llegar el día del combate, don Simón se afiló bien las uñas, en el tronco de un seibo (13) y se puso frente de sus soldados. De un lao iba el toro, que como siempre, llevaba l'estandarte (14) y de otro lao el gallo q' era su trompa de órdenes y el tucu-tuco que tocaba el tambor. (15)

El primero en moverse a una orden de don Simón fué el tero que salió a bichar pa descubrir al enemigo; (17) y al ratito lo vieron revolotiar y gritar sobre unos talas viejos que se levantaban entre una maciega junto a un arroyo. El gallo tocó el clarín pa dar la voz de "atención" y ahí no más el tucu-tuco empezó a los redobles y el bicherio a marchar en media luna pa cercarlo a don Juan q' estaba solito.

Pero resulta, que como frente al escondrijo del zorro había un arenal grandote, se veía bien, uno por uno, a los soldados de don Simón hasta los que se arrastraban como las iguanas, los teyús, y las víboras.

Cuando estuvieron mas cerca, don Juan empezó a moverse entre las talas, q' estaban llenitas de lechiguanas, y a decir en voz alta como si hablara solo:

- Veanlo a mi tio ¡Es fantástico (18) por demás! Cómo se trai (19) a todos los bichos del mundo sólo pa que vean cómo las iguanas se comen la miel. (20).

No hizo nada más; pero las avispas se alborotaron enseguida y levantaron vuelo y se formó una nube espesa que remolinió pa ganar altura y ahí no más se largó sobre don Simón y no le dejaron un pedacito del cuero donde no se le prendieran.

Había que ver al tigre pegar la vuelta y salir despavorido olvidándose de su ejército, que al verlo disparar se desbandó por el campo, mientras las avispas seguían prendidas del tigre viejo, de mientras tanto don Juan se raía y se comía tranquilo la miel de las lechiguanas.



Notas

(*) Entre los Cuentos de animales de la República Dominicana, recogidos por Manuel José Andrade, hay dos, "La heroica" y el "Léon y el grillo", en los que combaten ejércitos formados por distintas especies de la fauna y vencidos por la picadura de las avispas.

En el primero, un chivo pisa una pata de una hormiga que estaba comiendo guayaba debajo de una mata y la hormiga desafío a pelear al chivo: bosque su gente para que peliemos, le dice: El chivo buscó un burro, un mono, un gallo, un gato, un pato y un perro; y la hormiga una Cacata y una guavá, arañas ponzoriosas de Santo Domingo, y una avispa y una abeja. Al trabarse el combate la avispa pica al chivo y la hormiga ganó así la guerra.

En el segundo Cuento, el león pisa al grillo y éste lo desafía también a pelear. El león reúne su ejército formado por los animales más feroces y el grillo le hace frente con un par de avispas y de abejas, que deciden en su favor el combate.

(Manuel José Andrade - "Folklore de la República Dominicana"- Publicaciones de la Universidad de Santo Domingo -Volúmen LIV- Editor Montalvo. Ciudad Trujillo. R. D. 1948. Tomo Primero, págs. 391 y 393).


1) No tener vida: estar cansado de soportan o de sufrir algo.

2) Rejuntar: reunir. "Rejunta", reunión. "En América Central y México: Recoger, alzar del suelo objetos esparcidos. (Igual en Alava y Bilbao, Baraibar; Mugica)". (Augusto Malaret, op. cit.>. En Argentina tiene también la misma acepción).

3) Dejar el plumerío: dejar solo las plumas esparcidas por el suelo.

4) Pa que t'enganches. Engancharse significa ingresar al ejercito o en la marina como soldado o marino a sueldo. Gaucho, es el soldado o el marino incorporado en estas condiciones.

5) ¿Qué pitos voy a tocar?: ¿qué voy a hacer? "No tengo pitos que tocar", no tengo nada que hacer.

6) A mi sombra: a mi amparo o protección. Ref.: "Al que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija"; para indicar que el que busca la amistad de gente importante, está siempre bien protegido.

7) Acetó: por aceptó.

8) Anunciando la guerra: El canto de los gallos a la siesta, decían que anunciaba revolución.

9) Decir perrerías: injuriar o difamar; atribuir actos de maldad a alguien. "Es un perro", se dice de una persona mala, de mal carácter. "Hacer perrerías", cometer actos de perversidad.

10) Observao: por observado.

11) Se hacía el pancho: hacerse el distraído o el desentendido de algo. "Yo me tiro a pancho" o "yo me hago el pancho" significa que el que habla se desentiende O se despreocupa de algún asunto.

12) Dormir con un ojo: estar alerta.

13) Seibo: (Erythrina cristagalli). Dice el P. Lozano que el tigre "para refrigerar el ardor de sus unas venenosas", araña la corteza del seibo. (P. Pedro Lozano, S.J., op. cit., pág. 41). "Hay que advertir; dice el P. Paucke, que el tigre cuando está furioso y airado, mitiga únicamente en este árbol el veneno de sus garras y rasguña y rompe la corteza toda en derredor del árbol" (P. Florián Paucke, Op. Cit., T. III, 2a. parte, pág. 249).

14) Lleva l'estandarte: alusión a los cuernos del toro. "Lleva el estandarte", se dice de un hombre "cornudo".

15) EI tucu-tuco, metido en su cueva hace un ruido intermitente y sordo como Si golpeara un cuero tenso como el parche de un bombo. Su nombre es onomatopéyico.

16) Tuco-tuco. (Ctenomys talarum).

17) El tero que salió a bicharpa descubrir al enemigo. El tero o terutero (Belonopterus cayenensis lampronotus) anuncia con su gritería la proximidad del hombre o de Otros animales. Ref: "No se puede cazar habiendo teros", significa que no se puede hacer o decir algo si hay quien observe o escuche.

"Y también los teruteros
gritaban en confusión
pues de lejos les tomaron
a los indios el olor".

(Hilario Ascasubi. "Santos Vega o los Mellizos de la Flor", Op. cit., pág. 351).

18) Es fantástico: por fantasioso en su acepción castiza de vano y presuntuoso. También se emplea como sinónimo de jactancioso y valentón, como en Colombia. (Augusto Malaret, Op. cit.)

19) Traí: por trae.

20) Las iguanas se comen la miel. La iguana (Tupinambis teguixim) golpea con la cola la lechiguana para comer la miel que se le adhiere al romper las paredes del "nido" que fabrica esa abeja en forma de bolsa, suspendida de las ramas de los árboles y arbustos.

Refiriéndose a las iguanas dice Segovia:

"Atacan a colazos las "colmenas de las melíponas, de cuya miel son muy golosas". (Lisandro Segovia. "Diccionario de argentinismos, neologismos y barbarismos". Buenos Aires. Imprenta de Coni Hermanos, 1911).


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