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CÓMO DON JUAN APLASTÓ CON UNA PIEDRA A SU TÍO
II
Una vez don Simón se encontró de repente con don Juan que estaba descansando de sus hechurías (1) al pie de un cerro. -Ah sobrino!, le dijo. Tanto tiempo sin vente. ¿Y que estás haciendo aquí?. Don Juan se sobresaltó porque no esperaba que el tío lo agarrara así, sin perros (2), y de tan cerquita que en cuanto quisiera moverse lo alcanzaba de un salto. Pero s'hizo el sonso y desde el lugar en qu'estaba le contestó: -Lo que son las cosas. Estaba pensando en usté y decía: ojala (3) llegara mi tío. -Mirá, refunfuñó el tigre viejo mientras se pasaba la lengua por los bigotes. Lo que es tener un sobrino cariñoso que se acuerda di uno. ¿Y para que me querías en esta soledá? -Hace rato que estoy mirando aquel novillo y se m' estaba haciendo agua la boca, ¿pero qué vi' a hacer? No tengo ni pa empezar (4) con él. En cuantito me le acerque me mete las guampas en la barriga y me destripa. Por eso yo pensaba: sí viniera mi tío ese novillo no se escapa y nos daríamos una panzada (5). -¿Y ande está ese animal? le preguntó don Simón. - Allí no mas; arriba de aquel cerro. ¿No ve ese bulto grandote?. - ¡Ah! contestó el tigre aura lo veo, pero se me hace qu' está encaramaó entre un pedregal que no puedo trepar. El zorro se rió pa sus adentro porque el bulto que le mostraba era el de una piedra grandota. - No le hace tío, le contestó el ladino; yo vi'a subir por atrás, sin que me vea el guampudo y cuando lo tenga a tiro lo asusto pa que se largue a correr pa este lao y se despeñe así usted lo abaraja en el aire. - Bueno sobrino. Vaya no más, que esto es pan comido (6). Y yo le daré un costillar pa que se lo coma asao con cuero. El zorro no esperó más y empezó a trepar entre las piedras con tanto sigilo como si de veras tuviera recelo de que le descubriera alguien; y cuando estaba arriba y se le perdió de vista a don Simón empezó a forcejear y a darle a la piedra grandota basta que la movió y la hizo rodar por el cerro. - ¡Aura tío! legritó. Ahi se lo mando y no me lo deje escapar! Cuando don Simón vió el bulto que se venía cerro abajo pegó un brinco con toda l' alma y se le prendió con uñas y dientes. Pero la piedra que venía a toda juria lo arrastró hasta abajo y le apretó. Entonces don Juan desde arriba se largó una carcajada y salió patitas pa que te quiero. (Relato de Victorio Villagra). Notas1) Hechurías: por fechorías. 2) Agarrarlo sin perros: por tomarlo de sorpresa y desprevenido. 3) Ojala: por ojalá. Al referirse Tiscornia al cambio de acento dice que es el propio de Argentina y Uruguay, (ob. cit., pág. 11). 4) No tener ni pa empezar: estar en condiciones inferiores. 5) Darse una panzada: por comer hasta hartarse. 6) Es pan comido: por algo que se hace fácilmente y sin mayor esfuerzo. |