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ACTIVIDADES
Dr. Leoncio Gianello
Palabras Pronunciadas por el Dr. Leoncio Gianello con motivo de la conferencia brindada por non Enrique de Gandía el 22 de abril de 1992 en la Sala de Conferencias del Museo Etnográfico y Colonial "Juan de Garay". Me corresponde el honor de decir las palabras iniciales de este importante acto que realiza el Centro de Estadios Hispanoamericanos, y digo palabras iniciales y no de presentación porque Enrique de Gandía no necesita ser presentado: Es conocido y admirado no sólo en Santa Fe y en la Argentina sino en todos los países del mundo que hablan el idioma de Garcilaso y de Cervantes. Es sin duda el más fecundo y difundido de los historiadores de nuestro tiempo y el señala una nueva etapa en los estudios historiográficos. En la segunda mitad del siglo XIX se fundan las dos grandes escuelas de la historiografía argentina: la llamada guizotiana de la filosofía de la Historia y la llamada escuela erudita. La primera tiene su principal exponente en José Manuel Estrada con sus lecciones sobre la Historia de la República Argentina. Continua la orientación de esta escuela, y por su vasta y difundida obra se convierte en la figura más representativa de ella, el Dr. Vicente Fidel López con su famosa Historia de la República Argentina editada por las prensas de Carlos Casavalle en diez volúmenes sobre la década de 1883-1893. López es un admirable escritor y si la historia es, como creemos, ciencia y arte a la vez, en López. predomina el artista de la historia sobre el investigador. Casi paralelamente empieza a estructurarse la llamada escuela erudita de la historiografía argentina. Y con la escuela erudita nace el rigor científico en nuestra investigación histórica. Esta escuela tiene un precursor liceo recordado: Luis L. Domínguez, a quien continúan y completan dos capacitados historiadores: Clemente Leoncio Fregueiro y Eduardo Madero. La segunda etapa de esta escuela está cumplida en su totalidad en Mitre con sus obras famosas "La Historia de San Martín" y "La Historia de Belgrano". Hacia 1910 se forma una nueva escuela en la que se destacará Ricardo Levene con sus numerosas obras entre las que sobresale su monumental HISTORIA DEL DERECHO ARGENTINO en diez volúmenes. En esta escuela que podríamos llamar del Centenario, se inició -y con brillo- el historiador que ha de ilustrarnos con su mucho saber. Enrique de Gandía dejó la impronta de su eficaz actuación en dos museos de materia histórica; el Cornelio Saavedra y el Museo Histórico de Arte Colonial. Es doctor honoris causa por varias universidades. Es miembro de número de la Academia Nacional de la Historia. Ha sido rector y vice-rector de varias universidades y profesor emérito y honorario de otras tantas. Es miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid y de todas las Academias Sudamericanas. Su producción historiográfica es numerosísima y toda ella se caracteriza por la erudición. Es un eminente especialista en la temática colombina, cuya personalidad se destaca brillantemente en el campo de la historia. Cuando Enrique de Gandía inició el ciclo de la Academia Nacional de la Historia el 7 de abril pasado, para conmemorar el V Centenario del descubrimiento de América, el presidente de la institución rectora de nuestros estudios históricos, el Dr. Zorraquín Becú, dijo, entre otros elogiosos conceptos: "Enrique de Gandía es sobradamente conocido en todos los ambientes culturales, y su brillante personalidad se destaca como la de un gran historiador ya consagrado. Y lo es en efecto, por la abundancia de su producción escrita y la calidad de sus obras relativas a los temas más variados. Sorprende y admira su dedicación de tantos años a los estudios históricos, dedicación que no ha decaído nunca y se mantiene en la actualidad, sostenida por una personalidad vigorosa que consigna la energía de la juventud y la lucidez de sus mejores tiempos. Sean estos conceptos del destacado historiador que citamos el verdadero broche de oro para comenzar este acto de tanta relevancia cultural. |