Hasta ahora conocíamos la bibliografía frondosa que nos dejó el Dr. Agustín Zapata Gollán sobre todo el contorno de Santa Fe la Vieja, sus usos, costumbres, vestimentas, juegos y entretenimientos, la vida de la selva, de los animales que la habitaron, de los nos, así como de sus hombres, quiénes eran, de dónde venían, qué hacían, qué pensaban, en fin, sería largo y tedioso memorar todos los temas que abordó don Agustín.

Pero hoy nos encontramos frente a frente con otro libro que tiene características muy diferentes de las ya conocidas. Es un libro cuya lectura atrapa y hasta nos introduce en un ejercicio lúdico, si se me permite, pues las planillas que acompañan a la explicación de la ocupación del territorio nos da a conocer, en una perfecta combinación de los primeros vecinos de Santa Fe la Vieja, con los solares, medios y cuartos de solares, quiénes fueron sus propietarios, a quiénes los vendieron, quiénes los heredaron, siguiendo una línea, en pormenorizado detalle de la ubicación de inmueble, dueños y descripción del solar. Un trabajo, desde el punto de vista del arte, porque la historia es ciencia y es arte, que se asemeja al del orfebre que estudia minuciosamente cada detalle, lo pule, lo observa, lo aplica y si no lo satisface, lo hace de nuevo, sin cansarse, sin quejarse, tal vez, hasta diríamos con alegría.

Así, Luis María ha tratado este espinoso tema: es el primero que lo enfoca de esta manera tan escrupulosa y detalladamente. Nada se le ha escapado a su ojo avizor. Esos ojos inquietos que están en todas partes, ya leyendo cartas dótales, ya dedicando largas horas a dibujar planos, asentar nombres y tratando, en definitiva, de lograr reconstruir la ciudad antigua.

Todo lo ha hecho con amor, y tanto es así que la dedicatoria del libro está dirigida a los primeros vecinos fundadores "que acompañaron al capitán Juan de Garay en la fundación de Santa Fe, que se establecieron en tierra de Calchines y son -dice- mi más temprana raíz junto al río de los Quiloazas".

Los capítulos los ha denominado: I: El tiempo y el medio; n: La concreción del espacio arquitectónico; in: La arquitectura religiosa, de gobierno y para la salud; IV: Los constructores; V: El paisaje urbano; VI: Catastro de Santa Fe la Vieja, y VII: El tipo de vivienda en Santa Fe la Vieja. Agrega notas, bibliografía, archivos y series consultadas, un útil e importante índice alfabético de personas cuyas propiedades se han identificado, y finalmente un sumario.

Tanto para el historiador como para el arquitecto que estudia la determinación del espacio, el catastro, el paisaje urbano, la arquitectura y sus características, este libro los satisface plenamente.

Todo está hecho sobre la base de la sobriedad y con estricta disciplina, avalada por una tarea larga de investigación.

Es de esperar que esta publicación tenga una segunda y hasta tercera parte, del mismo tema, para aplicar sobre Santa Fe de la Vera Cruz a partir de 1660, cuando ya están instaladas las autoridades capitulares en la ciudad nueva.

Es una cuidada edición, a la que se le han agregado fotografías y planos.